Con motivo de la Seminci, estos días se oye más gente que habla otros idiomas en Valladolid. Y es fácil evocar a las grandes ciudades, o a las de frontera, o a las más cosmopolitas, donde se escucha habitualmente de todo en sus calles. Esa multiplicidad de lenguas les da[…]
El rencor
Puede leerse esta curiosa historia (que cuenta Sofia Gadici) en La Stampa de ayer, 12 de octubre de 2019. Según nos dice, en Beirut puede verse un edificio de solo 4 m. de profundidad en su parte más ancha y únicamente 60 cms. en la más estrecha. Parece una aberración,[…]
En defensa del plátano de sombra
Hay un mundo de árboles que nos envuelve. Y que tiene, en nuestra ciudad, que densificarse. Conforme a razones técnicas, funcionales, medioambientales, también económicas. Pero los árboles (como todo lo que tiene nombre) nos llevan, además, a otros mundos. Ahí está el álamo, siempre dual; verde del lado del agua[…]
Huellas en la playa de Rodas
Por sus títulos los conoceréis. Clarence J. Glacken tituló su magnífico libro sobre el pensamiento occidental de la relación entre naturaleza y cultura con esta intrigante expresión: Huellas en la playa de Rodas (California, 1967). ¿No es sugerente y atractivo? Nos recuerda en la introducción lo que dijo el bueno de[…]
En torno a la agenda pública
Varias utilidades de la agenda pública. Por de pronto, disponer públicamente la agenda es un acto significativo del trabajo de los cargos públicos, tanto en lo que se refiere a la transparencia como a la rendición de cuentas, sin duda. Pero también puede servir como herramienta auxiliar para mejorar el[…]
Ser vino
Se puede tener un nombre conocido por múltiples causas. Por tener una calle (¿quién demonios fue Montero Calvo?). Por recibir un premio importantísimo. Por ganar una medalla. Por haber hecho grandes hazañas. Por ser un asesino múltiple. E incluso, quizá (esto es más raro), por ser un filósofo de cierta[…]
Los sueños recibieron de buena gana en su seno a la estación de ferrocarril
Está en marcha el proyecto de la nueva estación de ferrocarril de Valladolid. En los Pliegos se establecen sus características, con ese lenguaje técnico tan preciso como duro. Aunque necesario. Una vez definida su implantación y volumen, los debates discurrirán, probablemente, sobre los detalles en que se desarrolle su arquitectura.[…]
Como los pájaros
En el jardín o en el parque, se quiere más a un árbol cuando está habitado por un nido. Porque está doblemente vivo. Y de una forma que solo los pájaros saben dar. Jules Michelet nos explicaba (en L’oiseau, 1858) cómo construyen su nido. Sin herramientas (no tienen “ni la[…]
Zona de divagar
Sí. Es Valladolid hace tres décadas. Que tantas veces ha vinculado su nombre a los diversos cursos de agua que se concentran en su emplazamiento. Está el Pisuerga, y a él llegaban en este ámbito los dos brazos del Esgueva y algún arroyo más. Por eso hubo quien defendió que[…]
Multitudes lejanas como seres queridos
Primero fue la pintura en superficies sin delimitar. Bisontes, por ejemplo, sobre la piedra. Sin más. Luego (desde finales del segundo milenio antes de Cristo) se empezó a enmarcar. Seguían pintándose grafitis en las paredes, a lo loco (hay algunos del imperio romano buenísimos; y otros del americano no menos[…]