Ayer, a última hora, tuvo lugar un debate electoral entre los candidatos de los cinco partidos con representación actual en el Pleno municipal de Valladolid. Fue interesante, sin duda. Y nos permite obtener algunas lecciones.
- Cómo debatir, cómo saber estar.
En principio parece fácil. Se trata de no cortar a quien esté hablando. Simplemente, por educación. Contenerse hasta que te llegue el turno. Irene Carvajal (varias veces) y Jesús Julio Carnero (muchas más) no dejaban hablar. Incluso el primero llegó a decir: “ya sé que es su turno”. Y en otra ocasión habló de estar “exasperado”. En fin: no tiene por qué ser tan difícil. (Ver, por ejemplo, minuto 1.21.30. Exasperar: en 1.38.26).
- Cómo dirigirse a los demás participantes.
Hay que tener cuidado. Incluso al utilizar expresiones que pocos podrían pensar que resultasen ofensivas. “Extrema derecha”, dijo Pablo Vicente, refiriéndose a la Sra. Carvajal. Y ésta se ofendió profundamente. “No le voy a permitir que me llame extrema derecha” (Ver min. 1.00.23).
- Cómo argumentar.
Ésta es la clave, obviamente. Se pueden comentar 6 u 8 fórmulas que se deben evitar, o al menos corregir. Vamos allá.
- Cuando te apoyes en gráficos, no conviene presentarlos de manera ridícula, tan desproporcionados que mueven a risa. Una medida de 349 se presenta con una barra determinada, y otra de 390 con una barra con una longitud tres veces mayor. ¿A qué juegan?
- Deben evitarse las comparaciones absurdas. No sé: grotescas. Por ejemplo, “tomen notas de estas cifras”. E Irene Carvajal compara el presupuesto de Auvasa con el presupuesto de políticas sociales. Y concluye: “Saquen sus propias conclusiones”. Madre mía. (Minuto 1.28.35).
- No es bueno apoyarse en argumentos peregrinos. “Que digan que yo no cuido el medio ambiente… que estoy casada con un agricultor…”. En fin.
- Nunca criticar actuaciones que desconoces. Como la del 29 de octubre, cuando la Sra. Carvajal lo califica de “trampantojo”. Es evidente que desconoce lo que supone para las viviendas actuales la mejora del comportamiento energético de las fachadas, de la cubierta y la mejora de las instalaciones de saneamiento. Es evidente que lo desconoce por completo. (Minuto 23.39).
- ¿Por qué desconfiar de la información que se ofrece por otros? Así fue al presentar encuestas sobre limpieza o tráfico. Se confía más en las impresión personal (o en lo que “me dicen”) que en encuestas o valoraciones independientes.
- Es bueno mostrar el reconocimiento de actuaciones llevadas a cabo por el gobierno, aunque a continuación se proponga su ampliación o mejora. Muy bien, en este aspecto, el comentario de Pablo Vicente en min. 27.48. Sobre la remunicipalización del agua, también ha reconocido el PP que está muy bien… ahora, después de 6 años de votar en contra de todo, con críticas extremas.
- No conviene mostrarse negacionista frente a la inmensa mayoría de los técnicos especialistas. Por ejemplo, sobre movilidad, que entienden (desde hace más de 20 años) que el asunto crucial es la reducción de plazas de aparcamiento la vía pública. Pero el PP critica alegremente precisamente que se hayan reducido (min. 56.42, con gráfico incluido).
- No conviene mostrarse negacionista frente a la comunidad científica: como le encanta hacer a Vox respecto al cambio climático. (La mención a China, emocionante. Min. 1.00.47).
- Cómo dar confianza a quien te escuche.
No parece muy procedente decir que una cosa es lo que se ponga en los planos y otra distinta lo que se vaya a llevar a cabo. Pero el Sr. Carnero lo hizo (creo que no se dio cuenta). Ver min. 59.26. Interesantísimo.
- Cómo jugar con los extremos.
Es algo que en el fútbol viene muy bien. Pero que en política tiene sus limitaciones. Suelen plantearse, por quienes ni gobiernan ni tienen aspiraciones ciertas de hacerlo, las opciones extremas como posibles, y que traerán todas las bondades del universo (un proyecto de riqueza inigualable, de equilibrio social, de mejora urbanística absoluta). Aunque no sepan cómo llevarlas a cabo: un ejemplo, el soterramiento. Pero hay otros ejemplos más cercanos. Con el proyecto del puente del Poniente, por ejemplo, que acaba de presentar el Sr. Carnero (con los mismos planos e imágenes que se presentaron en 2011) podría decirse algo parecido. Ese proyecto se aprobó por la Junta de Gobierno el 1 de junio de 2011… y no se hizo nada. En 2015: nada (magnífico ejemplo de gestión). Cuando PSOE-VTLP accedió al gobierno, en dos años se hicieron obras en ese puente, pero mucho más razonables: carril bici y ampliación de aceras. Una mejora clara, evidente, para la movilidad sostenible, efectivamente realizada.
- Cómo saber si estás en el gobierno o en la oposición.
No es difícil. Si estás en el gobierno propones las medidas que, por legalidad, racionalidad y responsabilidad deben plantearse. Y si estás en la oposición: todo mal, todo debe ser menos incisivo. Por ejemplo, con la Zona de Bajas Emisiones. Ahí está el caso de Madrid. En la oposición: “Se acabó Madrid Central”. Y al llegar al gobierno: todo el interior de la M-30 es ZBE. Siempre lo mismo, cuando la responsabilidad se ha agotado. Un asunto que también se comentó ayer.
- Cómo eludir los temas que arden.
O sea: los ingresos. O más concretamente: ¿de dónde vendrán los ingresos necesarios para todo lo que se promete? En el dominio de lo público hemos de hablar de los impuestos. Y ahí… todos quieren escaparse. Eludir la argumentación. Unos dicen que no los van a subir. Que, aunque suba todo, los impuestos seguirán congelados. Otros doblan la apuesta: bajarán. Y solo VTLP defiende que deben subir para quienes más tienen, y bajar para los que menos tienen.
- Cómo agarrarse, en caso de desesperación, al argumentario nacional.
Se veía venir. Cuando todo parece perdido no hay nada mejor que tirar de debates nacionales. (Ley Trans, Solo sí es sí, ETA,…). Ver min. 1.34 y ss. María Sánchez preguntó: “¿Qué harían, si son alcaldes, con estas cuestiones?” Nadie contestó. Eso sí, el Sr. Carnero fue extraordinariamente gráfico en su respuesta (alucinante): “La contestación, Bildu”. Una magnífica forma de debatir.
- Cómo acabar.
Con un discurso sintético y directo, como el de María Sánchez, que finalizaba: “Me sentiría muy honrada si me dieran su confianza para convertirme en la primera alcaldesa de Valladolid”. Pero también se puede concluir diciendo: “Vota Valladolid…” Faltó decir “…Toma La Palabra”. Estuvo a punto. Gracias, Irene.
(Imagen: Del debate en youtube.com. Para revisar los comentarios o citas reseñados: El debate jueves 25 de mayo de 2023 – YouTube).
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