Blog de Manuel Saravia

Cooperativa

A veces, como un juego, se pregunta por la película favorita, la música preferida o la comida que más gusta. Pues bien: en el hipotético caso de que me preguntasen cuál es mi prefijo favorito, diría que “co-“. Sé que es una pregunta poco “co-mún”. Pero ¿se han dado cuenta de la cantidad de palabras que llevan esa sílaba inicial y se refieren a contenidos positivos? Es lógico, pues se trata de un prefijo que “expresa compañía, cooperación o participación con otro” (María Moliner). Está muy bien.

Ayuda a formar palabras como “colaboración” (laborar con, contribuir con el propio trabajo a la consecución de algo), “colectividad” (lo que está “cogido” junto, asociación de personas con intereses comunes), “coalición” (alianza con; en origen: crecer conjuntamente), “colegio” (conjunto de colegas), “coloquio” (acción de hablar varias personas), “compartir” (lo que se parte para todos), “consolar” (estar con alguien para aliviarlo), “coordinar” (ordenar en conjunto, armonizar). Y desde luego, cooperación y cooperativa. Es verdad que también el prefijo co- está presente en la palabra “corrupción”. Pero incluso en ese caso nos sirve para entenderlo bien, en sus propios términos. Nos da pistas. Pues co-rromper alude a la ruptura producida por varias personas en conjunto. No algo individual, sino que se refiere a una ruptura (del orden social, económico, legal) que se produce entre varios. Y como tal también debería resolverse.

Y qué comentar de la palabra “cooperativa”. Es decir: el efecto de “unir la propia acción a otras” hacia un objetivo común. Es cierto que el cooperativismo se defiende solo. Pero también que desde instancias oficiales de nuestra ciudad parece olvidado. Y sin embargo las cooperativas tienen enorme potencial en este momento para contribuir a la creación de empleo. En la Guía para la creación de cooperativas de trabajo, editada por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado, se explica el camino. Pero no basta. Y el Ayuntamiento de Valladolid puede, y debe (como ya han hecho los ayuntamientos de otras ciudades), poner en marcha cooperativas que más adelante puedan navegar solas. Aunque solo sea porque la administración local es co-rresponsable del cumplimiento efectivo del derecho al trabajo.


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