Blog de Manuel Saravia

Vivienda joven y colaborativa en 7 enclaves

El redescubrimiento de la vecindad

(Hilo 5)

Vivienda colaborativa. En el programa electoral de VTLP se hablaba de las viviendas colaborativas. “Un nuevo modelo habitacional para necesidades emergentes en una sociedad del siglo XXI”, se decía. Nos planteábamos “apostar por nuevos modelos de vida, de cuidados y de convivencia (…), basados en la autonomía personal, las capacidades y la corresponsabilidad”. Y nos proponíamos impulsar un nuevo concepto residencial que pudiese hacer frente a la soledad sobrevenida y estuviese decidido a potenciar las habilidades y saberes compartidos. Bajo el régimen de cesión de uso, en el que la propiedad del inmueble es colectiva y está en manos de la cooperativa, donde la especulación no es posible porque los inquilinos no pueden vender la casa ni alquilarla a un precio superior al que se ha establecido colectivamente. Siguiendo ejemplos de hace más de cuarenta años en otros países, se proponía impulsar las denominadas “viviendas colaborativas” (o “cohousing”). Largamente experimentadas en ciudades de Dinamarca, Alemania, Holanda, Uruguay o Canadá. O, más cerca de nosotros, en Barcelona, Rivas Vaciamadrid o Málaga, entre otras iniciativas que avalan su viabilidad.

Unas viviendas que suelen plantearse con alojamientos privados para cada persona u hogar (de distinto tamaño. En Rivas, por ejemplo, cada unidad cuenta es de unos 60 m2 útiles), junto a otros espacios de uso comunitario. Se dice que impulsan un elevado sentimiento de comunidad. Algo así como la recuperación de la vecindad. De carácter cooperativo y sin ánimo de lucro, el régimen de tenencia es en general de “cesión de uso” (no en propiedad). Para impulsarlas nos planteamos poner en marcha las siguientes medidas: 1. Un servicio de asesoramiento técnico público y gratuito a cooperativas, con “un sistema de acompañamiento técnico”. 2. Un completo programa de divulgación que dé a conocer e incentive esta fórmula residencial. 3. Un programa para facilitar suelo público a entidades interesadas en la construcción de viviendas sin ánimo de lucro. Y 4. La puesta en marcha de un foro de debate y análisis para estudiar las diferentes fórmulas de viviendas colaborativas. Los puntos 1 y 3 se están realizando ya de forma intensiva. Los 2 y 4 deben aún implementarse.

(Abajo: 40 viviendas de cohousing Sunward, Ann Arbor, Michigan. Otro ejemplo de cohousing en la película Happy. Y Lange Eng Cohousing Community -54 hogares-).

Algunos ejemplos significativos. Citaremos dos casos. Uno en Barcelona, otro en Madrid. El de La Borda, en Barcelona. Y el de Rivas Vaciamadrid. El primero se inició en 2015. El Ayuntamiento de Barcelona constituyó un derecho de superficie en favor de Habitatges La Borda, en una parcela situada en la calle Constitució (uno de los límites de Can Batlló), por 75 años y el pago de un canon anual. Uno de sus lemas es este: “Construimos vivienda para construir comunidad”. Y lo explican: “Esta convivencia o vida en comunidad toma muchísimas formas; desde conversaciones en las pasarelas, patio o entre balcones, a las asambleas o encuentros de comisiones, en la activación de procesos de apoyo mutuo en caso de dificultades para el pago de la cuota, o de hacer cena conjunta en la cocina comedor, lavar la ropa en la lavandería, mantener el edificio limpio o acoger a visitas en las habitaciones de invitadas”.

El proyecto “Cohabita Rivas” se propone como alternativa a las residencias de mayores. Consiste en una red de bloques o viviendas compartidas mediante un sistema “colaborativo y autogestionado”, desde el que se promoverá la autonomía personal y se fomentará la atención integral a las personas mayores. El programa, impulsado desde la Empresa Municipal de la Vivienda, busca la implantación de “comunidades sénior de alojamientos colaborativos”, para personas mayores de 50 años. Las adjudicatarias deberán ser las que financien la construcción, el mantenimiento y la explotación de los edificios dotacionales y sus instalaciones. Estos edificios se levantarán en las tres parcelas dotacionales que la EMV saca a concurso para esos grupos vecinales. La cesión del suelo se prolongará durante 75 años.

(Abajo: dos imágenes de la web de Cohabita Rivas; un mapa general de actuaciones en marcha en España; y otras tres imágenes de la web de La Borda).

Vivienda joven. (viviendas verdes). El primer problema de la vivienda para jóvenes no se distingue del de otro hogar de cualquier edad que necesite vivienda y no puede acudir al mercado. Ahí está el programa de alquiler social (viviendas blancas), en el que accederían en función de sus características, en el listado general. También se cuenta con el programa Alva, en el que se alquila por precios inferiores a los de mercado. Pero se ha pensado un programa más (que lo denominamos “viviendas verdes”) que tiene algunas características diferenciales respecto a los dos anteriores. Se plantea para alquileres bajos, pero agrupados en núcleos de trabajo. Diseñados como coviviendas, cohousing o colaborativas.

Ámbitos, núcleos o enclaves (como se quiera denominar) que supondrían otra respuesta a la necesidad de vivienda joven. Pues es conocido que la precariedad laboral y los bajos salarios impiden que una buena parte de los jóvenes españoles pueda acceder a la vivienda. Por supuesto, en la mayoría de los casos no tienen capacidad para pagar la entrada inicial, ni pueden comprometerse a una hipoteca. Se calcula que para acceder a una vivienda en propiedad, muchos jóvenes tienen, o tendrían, que dedicar más del 60% de sus ingresos mensuales a pagar el préstamo hipotecario. Cada vez es mayor el número de ellos que se decanta por esta opción: el 48,9% de los jóvenes menores de 29 años vivían de alquiler en el año 2017, frente al 32,3% en 2008. (Datos en Informe de la Juventud en España 2020, del Injuve).

(Abajo: gráfico de CincoDías sobre la vivienda joven en España, 2019; y Encuesta Injuve 2019 y Sondeo Covid-19 2020).

Enclaves vinculados al patrimonio y al paisaje. 7 enclaves. Mientras que el programa de viviendas blancas se propone disperso y discreto, el de las “viviendas verdes”, para jóvenes, se anuncia casi exactamente al revés. Tiene que potenciar su capacidad para dotar de vitalidad el área en que se enclava. Por eso se plantea el apoyo al desarrollo de promociones, de muy distinto tipo pero idéntica finalidad, en las zonas que más precisan de ese vigor y nervio de las viviendas jóvenes.

Aparte del grupo de promociones particulares de cohousing, tanto jóvenes como intergeneracionales (o incluso sénior: esa tipología aporta la energía y fortaleza de la vivienda joven). Y al margen también de otro grupo de actuaciones de menor dimensión (como en las parcelas del Barrio España), se ha pensado en la organización de un conjunto de enclaves de vivienda joven en tipología cohousing. Siete en total. La mayoría de propiedad municipal, aunque en algún caso hay que desarrollar operaciones de suelo. Y a esos cinco se sumarían otros dos, de otras administraciones.

En el caso de los suelos municipales se proponen con alguna característica propia, singular, que aumenta su interés. Planteando alquileres a jóvenes, para construir en cada caso del orden de 40-70 viviendas en cada uno de esos 5 enclaves de la ciudad (sumarían unas 300 viviendas). En los que se impulsa el cohousing. Que se construyen en edificios o áreas de interés patrimonial (de arquitectura industrial, o dotacional, de paisaje, de infraestructuras históricas, etc.), compartiendo en la parcela usos culturales y deportivos, además de espacios de coworking (de trabajo) y otros posibles usos (incluso oficinas o comerciales). Y que se distribuyen en las áreas en las que pueden tener un mejor efecto urbanístico. Dos áreas al norte, dos al este y una más al sur. En todas ellas hay que impulsar convenios con las otras administraciones implicadas (de todos los niveles). Se comenzará con un proyecto en Avenida de Burgos (del orden de 40 viviendas en cohousing); y el proyecto de la Azucarera Santa Victoria.

En la primera, con un proyecto nuevo en el que se propongan nuevas tipologías de organización y una construcción ejemplar desde el punto de vista medioambiental. Para la Azucarera, una vez realizado el chequeo de su estado y eliminado posibles problemas de mantenimiento, se está redactando el proyecto (por el Servicio de Arquitectura y Vivienda) para ubicar en el ala oeste un conjunto de algo más de 40 viviendas, que en principio toman como referencia el proyecto de Fabra & Coats: vivienda social & patrimonio industrial (de Miguel Roldán y Mercè Berengué). Es una solución muy parecida a la que se está trabajando en la Azucarera.

(Abajo: Una imagen del premio de Fabra-Coats. Otra de las 25 viviendas construidas por Viva junto a la Avda. de Burgos. Y un esquema de localización de los 7 enclaves citados más arriba).

Plan de trabajo. Al margen de seguir tramitando los proyectos de cohousing incluidos en la “Constelación”, se propone completar el plan global de los 7 enclaves. Licitaciones para el proyecto y para la ejecución de la obra de Avda. de Burgos. Y redactar también por completo el proyecto de la Azucarera e iniciar la licitación de la obra (al menos de una fase). Desarrollar las operaciones de suelo de los otros tres enclaves. Facilitar los enclaves de vivienda en cohousing de las otras administraciones. Con una observación que afecta a todos los proyectos: se trata, en principio, de promover “viviendas verdes”, de alquiler reducido, y con espacios que faciliten la convivencia. Pero las fórmulas de cogestión o derecho de superficie deberán establecerse, en su caso, en cada enclave.

(Imagen del encabezamiento: Espacios comunes en La Borda).

 


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