A veces el énfasis por valorar lo mucho que se hace por nuestra ciudad nos obnubila. Leemos en El Norte de Castilla que “la ciudad ha ganado en el último lustro cerca de 130 hectáreas de zonas verdes”. Y nos explican que esa superficie “iguala a la de más de cien campos de fútbol puestos uno tras otro”. En 2009 la superficie total suma, según nos informan, 4.376.623 m2. Lo que equivale a decir (y aquí viene lo bueno), “según el cálculo realizado por Medio Ambiente”, que “a cada vallisoletano le corresponden 75,9 m2 de zona verde, una ratio que contradice la idea de que Valladolid se encuentra entre las capitales españolas con menos superficie verde”.
Pues no me salen las cuentas. Si la población de la ciudad es (en 2009) de 317.864 habitantes, y dividimos aquellos 4.376.623 m2 por estos 317.864 habitantes no veo forma de que el resultado sea superior a los 13,77 m2/habitante. Doy vueltas a la calculadora, la pongo de perfil y boca abajo, y el resultado no cambia. Tendríamos que habernos quedado en 57.663 habitantes para lograr esa cifra de 75,9 m2/habitante. O que la superficie de zonas verdes hubiese crecido hasta los 24.125.877,6 m2 (es decir: 2.413 campos de fútbol, uno tras otro). En fin, que nos hemos pasado en las alabanzas varios pueblos, uno tras otro.
(Foto: Pinar de Antequera, cerca de Valladolid. Imagen procedente de aobsolutespana.com)