Anteayer, viernes, el Ayuntamiento de Valladolid convocó una concentración en la Plaza Mayor contra las operaciones bélicas de Rusia en Ucrania, para mostrar la solidaridad de nuestra ciudad con la población del país atacado. Se proponían tres cosas:
1. El rechazo a la guerra. Quienes acudimos a la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, queríamos expresar una vez más nuestro rechazo a la guerra, nuestra condena de la agresión rusa. Cuando creíamos que ya no volveríamos a ver más guerras crueles, el dolor vuelve a tomar las ciudades. Machacando, violentando y asesinando a población inocente, tomando su sufrimiento y sus vidas como medios para los fines de los agresores. Quienes acudimos sentíamos vergüenza por la embestida militar contra una población civil cuyo único delito es haber nacido en un país distinto al del agresor. 2. El respaldo a la paz. Quienes nos concentramos respaldábamos todas las acciones encaminadas a la paz, viniesen de donde viniesen. 3. La hospitalidad con los refugiados. Quienes allí estuvimos haremos todo lo posible por acoger, con los medios de que dispongamos, a todos los refugiados que puedan llegar. Son nuestros hermanos. Nuestras hermanas. Nuestros hijos. Aquí tienen su casa.
Acudimos varios cientos de ciudadanos y ciudadanas de Valladolid. Y, al lado de algunos representantes de la provincia y de la región, nos juntamos la mayoría de los representantes políticos del municipio. Eso sí: no estuvo el concejal de Vox ni ninguno de los 9 concejales del Partido Popular. No dieron ninguna explicación de su ausencia.
(Imagen del encabezamiento: primeros minutos de la concentración, en una foto de El Día de Valladolid).