Blog de Manuel Saravia

Soterramiento

Para Valladolid la palabra «soterramiento» tiene un significado claro: se refiere al del ferrocarril, a su paso por la ciudad. Es un proyecto de ciudad que se ha gestionado extraordinariamente mal. Ni siquiera se ha sido capaz de llevar a cabo lo fundamental de la operación en los años en que se pudo haber hecho, y ahora nos encontramos con lo que parece una broma: el único ámbito donde se ha soterrado es en el Pinar (en el barrio del Pinar, lógicamente), al sur de la ciudad. Vaya.

En Valladolid Toma la Palabra hemos diseñado un proceso razonable para llevar a cabo el proyecto. Consiste en facilitar, ante todo y en primer lugar, la información completa de todos los trabajos realizados, el estado financiero y los problemas técnicos a la ciudadanía. Llevar a cabo luego una consulta ciudadana sobre las distintas posibilidades de actuación. Y por último, rehacer los proyectos urbanísticos, y empezar (de una vez) las obras en la ciudad. Con los datos que hasta ahora tenemos consideramos que, para ser viable, debería reducirse a 3,5 km., y se llevaría a cabo en el ámbito donde más se siente el corte con otros barrios de la ciudad.

Habiendo sido todo el proceso, hasta ahora, un desastre, lo peor es (en mi opinión), la forma en que se trata a la población más directamente afectada. Una auténtica vergüenza. Se oculta información relevante que se posee, se niega el ofrecimiento de explicaciones creíbles, se dice que todo va bien, que nada ha de cambiar… o peor aún, se deslizan en la prensa posibles “ajustes” del proyecto, que nunca se explicitan. Nunca hay planos, nunca hay cuentas. Nunca hay nada. Y por si fuera poco, se presentan ahora con un proyecto de túnel entre Belén y Santos-Pilarica que se rechazó en su día porque imposibilitaba el soterramiento.

Eso sí: todo aderezado con “miente quien diga que imposibilita el soterramiento” y expresiones semejantes. Comenta León, el actual alcalde, que el túnel previsto para cruzar el tendido ferroviario “va más abajo”. Pues bien, debería explicarse por qué no era posible construir, en ese mismo punto en el que ahora se prevé el túnel, un paso peatonal elevado porque era contrario al Plan Rogers, porque en ese mismo punto “se va a colocar el pozo de ataque de la tuneladora” (como aseguró la concejala de Urbanismo en el Pleno del 3 de junio de 2014). Y explicar por qué no figura la conexión entre Nochevieja y Andrómeda ni en los planos de ordenación del Plan Rogers ni en los del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. ¿Se trata de una improvisación?

Repito: lo peor del proyecto de soterramiento no es solo la absolutamente lamentable gestión que se está llevando. Lo peor es el trato que se dispensa a la población. La violencia con que se despacha. El ocultismo. La confusión. La propaganda. Una forma de gobernar propia de otros tiempos lamentables que creíamos superados.


Dejar un comentario