Veo con asombro cómo han resuelto la seguridad de los peatones en las obras de la famosa Plaza del Milenio, en Usos Múltiples. Consiste en llevarlos de aquí para allá, y luego más allá, luego cruzar y luego de vuelta. Al fin y al cabo son sólo peatones, han debido de pensar. Eso sí: los coches, aunque sea agosto, que se queden con sus dos carriles, no vaya a ser que se agobien. Entre tanto, la gente camina recto e invade uno de los carriles de los coches, con evidente riesgo de accidente. ¿No podría reservarse un carril para los peatones y otro para los coches? Parece que no: las prioridades en esta ciudad son las que son.
(Foto: MS)
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