Blog de Manuel Saravia

Manifiestamente insuficiente

El Informe sobre bienestar social y riesgo de pobreza en Castilla y León es un buen trabajo, pero mal orientado

Si se lee el último informe del Consejo Económico y Social de Castilla y León (Bienestar Social y riesgo de pobreza en Castilla y León, IPP 2/10, 2010) de una sentada se acaba tan contento: somos felices, todos los índices mejoran, las comparaciones han dejado de ser odiosas y nos va estupendamente. Pero si se estudia más detenidamente, las piezas de ese rompecabezas venturoso y próspero que es nuestra ciudad empiezan a desencajarse.

El Informe, que está muy bien realizado, estudiado y redactado (aunque se refiere a 2007: un problema grave, y más en estos años; lo dicho para esa fecha no vale para hoy), alude a 7 tipos de temas, uno por capítulo. En el C1 nos cuentan lo mucho que creció la renta media anual de los hogares de Castilla y León (CyL), pasando de 18.727 euros en 2003 a 24.145 euros en 2007 (más de 9000 euros por persona). La tasa de pobreza (personas que no superan el umbral de pobreza, el 60% de la renta mediana equivalente de cada año) fue del 25% en 2003, mientras que en 2007 se situó en torno al 20%. Se estima que el 2% de la población de CyL (más de 52.700 personas) se encontraban en 2007 en situación de pobreza extrema, con un nivel de ingresos anuales por debajo del 25% de la renta mediana equivalente (3.231 euros al año).

En el C2 se intenta caracterizar el “retrato” de las personas en situación de pobreza. Hay que decir que no lo consiguen. Pues recogen tantas características y matizan tanto que realmente es difícil llegar a establecer unos signos definitorios. Confirman, eso sí, lo que ya sabemos: los mayores de 64 años, en hogares de una o dos personas, en paro, con bajos niveles de estudios, etc., son más “vulnerables a la pobreza”. En el C3 se estudia la “exclusión social”, y en el C4 el “bienestar social”. Es decir, en estos dos capítulos se da cuenta del bienestar y del malestar social en CyL. Lo más significativo, a nuestro entender, son los indicadores que se utilizan, a los que nos referiremos más abajo. En los C5 y C6 se analizan las políticas públicas “contra la pobreza y la exclusión” (primero, en la UE y España, después en CyL), y en el C7 el papel del “tercer sector”. Respecto a las políticas públicas se reseñan los numerosos planes de distinto nivel, y su orientación hacia el empleo (Europa), su caracterización por el alto nivel de envejecimiento y de población inmigrante (España); el énfasis en la “renta garantizada de ciudadanía” (CyL), y los numerosos ejemplos de planes locales de inclusión. Respecto al tercer sector se critica su escaso papel político, que se ha reducido peligrosamente con los años.

Pero decíamos que este trabajo es manifiestamente insuficiente por el conformismo tan notable que se desprende de su orientación. Tal parece que vivimos en un mundo feliz, y que los problemas, de haberlos, son sólo de ajuste. Echamos en falta tres cosas. La primera, mayor sensibilidad al plantear los indicadores, que luego serán la base de buena parte de los resultados. Pueden verse en los epígrafes 4.4 y 4.5 del documento (disponible en Internet: cescyl.es). Por ejemplo, en entorno físico, se valora como positivo no la accesibilidad de las personas a los lugares adonde pretendan ir, sino en nº de vehículos matriculados o los km. de autopistas. Y así todo. Algunos indicadores nos parecen claramente pertinentes, pero otro manifiestamente ideológicos.

Lo segundo que criticamos es la falta total de globalización de los resultados. Es que no hay ni un mínimo signo. Se compara entre provincias, entre regiones y en Europa. Pero ¿qué sucede con el resto del mundo? ¿Ya no nos interesa? ¿Por qué? Y lo tercero, la notabilísima ausencia de cuentas públicas. Se habla de dinero en el C1 (refiriéndose a la renta personal) y en el C7 (al plantear la situación del “tercer sector”). Pero no se nos dice ni las cantidades ni los porcentajes de los presupuestos que se destinan a políticas de “alivio de la pobreza”, reducción de riesgos, etc. Sólo, si no nos equivocamos, lo hemos visto en unas brevísimas referencias de pasada en C5, y en una nota inverosímil en la p. 363. Desde luego, insuficiente a todas luces.

(Imagen: Viviendas junto a la carretera de Madrid. Foto: J. Sanz, Valladolid, 2009)


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