(Hilo 39)

1. Hay una serie de asuntos que lo que requieren es experiencia y saber hacer, además de ponerse a ello. Demandan suficiente dedicación. Porque están planteados hace tiempo, pero se resisten a resolver. En ocasiones ese bloqueo se debe a factores externos (falta de financiación, expectativas inasumibles…). Pero otras veces obedece al trabajo que se dedique (de gestión, como dicen algunos) y a evitar rigideces, que en urbanismo suelen ser habituales. Porque la diferencia entre la flexibilidad y el todo vale (la desregulación) depende de tener criterios claros. Es decir, casos en los que no basta con la aplicación directa, sin más, de la normativa vigente. Resolver situaciones enquistadas. O como dice la academia: salir del atascadero. Una actividad muy poco vistosa, desde luego. Pero no solo útil, sino necesaria, y que forma parte de las obligaciones primeras de la administración pública.

2. Lo cierto es que desde 2015 se han resuelto (desobstruido) muchos asuntos pendientes. Algunos relativos a parcelas, unidades de actuación o piezas menores. Sin ánimo de exhaustividad se pueden recordar los casos de la Bajada de la Libertad, el Lucense, el Juan de Austria, la Avda. de Burgos (Raimconsa y Uña), la parcela de las Eras y la parcela de Mieses, el Museo Gabarrón, la parcela de la gasolinera de Parque Alameda, la pieza de Cáritas, el APE 33, la parcela de espacio libre junto al Cementerio del Carmen, la esquina (el córner) de Algom, la parcela de la Once, la parcela industrial de Lessafre, la parcela 49 (frente a Museo Ciencia), el expediente de Isolux Corsán, y bastantes más.

También se han activado algunas parcelas emblemáticas, largamente demandada su puesta en uso, como las del Colegio del Salvador, la parcela de las Catalinas o la del Lope de Vega. Se han resuelto algunos sectores en conflicto, como Santa Ana o Fuente Berrocal, Doctrinos, unidad de actuación (cooperativa de la Policía) en Puente Duero, Industrial Jalón, el Sector 5, Cuarteles, Villas Norte, zona de Ariza en la Ciudad de la Comunicación, las áreas homogéneas, Laderas Sur de Parquesol, y otros más. En síntesis, ha sido un muy buen trabajo de los técnicos del Área, sin ninguna duda. Pues se trata de casos (alguno estaba sin resolver desde 1982, y la mayoría desde los primeros años 2000) que han puesto en valor su pericia, su experiencia, actitud y conocimientos.

3. Por supuesto, siguen resistiéndose otros casos enquistados más y, en consecuencia, queda pendiente su solución. En primer lugar hay que citar las unidades del Barrio España, la calle Centro y el Rincón de Esgueva. Las Francesas (se ha solucionado la expropiación del local y del patio, pero quedan pendientes otros temas), el Duque de Lerma, la Serrería de la Victoria, el Rancho Grande, la parcela en estructura del Peral. Edificios como el de la Electra o el Depósito de Locomotoras y Villa Julia. Y sectores como San Juan Valdezoño (a punto de desarrollarse, pero finalmente bloqueado de nuevo), las Raposas, La Cumbre o Los Santos 2. Y dos temas especialmente sangrantes: el de la incidencia de las vías pecuarias en parcelas edificadas y edificables, y el del conflicto de Ebro-Piensos Cia. Además, por supuesto, de la demolición del Colegio San Juan de la Cruz, que no pudimos salvar de la piqueta.

4. El peso y significado de todas estas actuaciones es difícil de medir. Hemos citado más de 30 casos resueltos y unos 17 pendientes. Pero es fácil entender que llevan mucho trabajo y que no son comparables unas con otras, sin más. Cuantificar el trabajo, como digo, es difícil. Porque también puede entenderse la gran cantidad de reuniones habidas y estudios realizados que han acabado en nada. También es complicado comparar la situación de esta ciudad con la de otros lugares o ciudades. ¿Cuál es el nivel de dificultad de resolución que hay que mover en cada caso? Lo cierto es que ningún ayuntamiento escapa a este tipo de situaciones, cuyo grado de conflicto o dificultad depende, sobre todo, de las actuaciones de épocas anteriores (de la calidad de los documentos o las tramitaciones efectuadas hasta hoy). De ahí que tomemos como referencia un caso que figura en la red, entre miles. Solo para recordar que es un problema universal. Hemos recogido uno de la ciudad de Murcia. No tanto por la solución que se dé en él, sino por hacernos eco, como decíamos, de un ejemplo entre tantos. La información nos dice que “Urbanismo de Murcia buscará soluciones ‘imaginativas’ para legalizar la situación de La Ladera. Un tema ‘enquistado’ durante 20 años, que ‘esperan tener resuelto en esta legislatura”. Suerte con la imaginación.

5. Aunque en Valladolid se han resuelto, como hemos dicho, muchos casos que estaban pendientes (mérito, sin duda, de los técnicos del Área, vuelvo a repetir), sigue quedando una importante colección pendiente. La intención es, obviamente, resolverlos todos. Pero por ponernos una meta alcanzable, de los 17 citados antes, confiemos en poder desobstruir al menos la tercera parte.

(Foto del encabezamiento: Demolición del chalet de Parquesol, de Alberto Mingueza, publicada en Tribuna Valladolid).