¡Qué malas son las leyes! Al parecer, según nos informa el Alcalde de Valladolid, no puede realizarse el parque que propone IU en las Delicias (zona de Talleres) porque no lo permite la ley. Vaya por Dios, qué contrariedad. Él querría construir el parque, nadie lo dude. Pero es que las leyes (malvadas) no le dejan. Ahora bien: ¿a qué leyes se refiere? No es fácil saberlo. Quizá sea la ley de la gravedad, siempre tan pesada. Quizá la ley del Talión. O la de ordeno y mando. O la ley de la selva. O la ley del más fuerte (ésta si que es buena, le va como anillo al dedo). Quién sabe. A lo mejor es la ley de Urbanismo…

Pero no lo creo. El derecho urbanístico no es su especialidad, si tenemos en cuenta la enorme cantidad de sentencias en contra que en ese campo ha ido cosechando.  Que quede muy claro: la legislación urbanística permite, sin ningún género de dudas, realizar esa obra inmediatamente. Hay que hacer algunos trámites, pero como todo el mundo puede entender, ninguna ley va a prohibir a un Ayuntamiento hacer ese parque cuando lo considere oportuno. ¿No es absurdo incluso plantearlo? No lo demos más vueltas. Es la ley de «No Se Me Ha Ocurrido Nada Mejor Para Oponerme al Proyecto Que Decir Que No Lo Permite la Ley». Me lo temía.