Ha sido dar el visto bueno a encabezar la moción de censura, y una ola de frío, “con alerta por nieve y heladas extremas”, ha caído sobre la península. No sé, probablemente en Vox alguien pueda explicar la función y el sentido del espectáculo que nos anuncian, con Ramón Tamames como protagonista. Pero parece difícil calificarlo de otra forma que no sea: ridículo.

¿Qué discurso presentará? No se sabe, y ni los propios dirigentes de Vox le otorgan ningún valor. Les basta con que sea crítico con el Gobierno. Eso sí, las recientes declaraciones del profesor son curiosísimas. Sobre el estado de las autonomías nos dice que “nos pasamos un pelín de rosca”. Y sobre los principales problemas de hoy en España debe citarse el de “la ignorancia supina” (atención: supina, nada menos) de la población española. Grandes análisis, sin duda.

En Vox consideran que Tamames es un candidato “inatacable desde la izquierda”. Pero absolutamente toda la izquierda no solo le objeta, sino que le ridiculizan, calificando su anunciado espectáculo de “broma” o “pantomima”. El propio candidato descarta que haya nada en juego (“nada de nada”, ha dicho). Y es difícil que le vote ningún parlamentario al margen de Vox. ¿Entonces, a qué viene?

Como decíamos, ha llegado hoy, con la ventisca, la nieve, que se acumula en las calles. Sabemos con certeza que al cabo de algunos días acabará derritiéndose y desapareciendo. Pero será después, eso sí, de mezclarse con la suciedad y formar un fangoso lodo marrón que nos acompañará algún tiempo. Como la moción que nos anuncia Vox. El partido que será, precisamente, quien se encargue de extender el lodo.

(Imagen: Nieve en Burgos. Foto de Cristina López, procedente de burgosconecta.es).