Cuando en un programa electoral no se expresan contenidos concretos, propuestas bien definidas, sino que se limitan a una suma de frases que solo manifiestan intenciones, deseos o propósitos generales, hay que quedarse con la música. Así sucede con el programa postfascista de los Fratelli d´Italia. En el que cabe detenerse en alguno de sus epígrafes, por ver cómo suena. Por ejemplo, en el 21. Veamos.

El título ya es un poema: “21. Detener la inmigración ilegal y devolver la seguridad a los ciudadanos”. Es decir: la inmigración es la causa de la inseguridad. ¿Queda claro? Después encontramos esta serie de expresiones tan significativas: – Italia es cada vez más insegura. La inmigración ilegal amenaza la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos. – Nuestras ciudades están degradadas y son invivibles. Los suburbios y los centros históricos son escenario de ocupaciones ilegales, violencia y narcotráfico. – Lucha sin descanso contra todas las mafias, el terrorismo y la corrupción. – Normas más estrictas para los delitos contra la decencia. – Lucha contra el narcotráfico y la distribución de drogas por cualquier medio. – Control de fronteras y bloqueo de desembarcos para detener, de acuerdo con las autoridades norteafricanas, el tráfico de seres humanos. – Resistencia frente a las actividades de las ONG que favorecen la inmigración ilegal.

Pues eso. La inmigración es la causa de todos los males. Es cierto que no aparecen las palabras asesinato, descomposición, putrefacción, alucinógenos, desguace o diarrea. Pero creo que están implícitas. Bonita música, ¿verdad? Madre mía. Está claro que hay que cantar, sin descanso, La vita è bella, el coro de los esclavos y, sobre todo: Bella Ciao. Un día tras otro.

(Imagen: procedente de www.arci.it/).