Desde hace tiempo se viene trabajando en la implantación de una red de calor en la ciudad. Se han estudiado todas las propuestas que se han ido presentando por distintas empresas y operadores (o que se han propuesto desde dentro) para que la ciudad pueda contar pronto con esta infraestructura. En estos momentos hay dos empresas y una sociedad pública que han venido, en los últimos meses, promoviendo distintos expedientes para varias zonas de la ciudad (con perspectiva, en varios casos, de atender a toda la ciudad… o casi toda: el área central es la de desarrollo más complicado). Concretamente, una iniciativa particular de concesión de dominio público «para la instalación de una red de distribución de calor en varios emplazamientos de la ciudad de Valladolid». Y otra de “solicitud de licencia de obras” con un objetivo similar, presentada por otra empresa.
En estos momentos aún deben resolverse los expedientes en marcha. Y con mayor urgencia el que solicitaba concesión de suelos, y que implicaba el desarrollo de un procedimiento de concurrencia. El expediente está abierto, y es prematuro comentar el resultado final. Pero con carácter previo a la propuesta definitiva de resolución (en la que se contempla la posibilidad de que la red de calor pudiera tener carácter público) en preciso, obviamente, conceder audiencia a las empresas interesadas.
Por otro lado, es cierto que Somacyl también ha planteado una concesión de uso del subsuelo de dominio público para instalación de tuberías de red de calor que complemente a las que ya están construidas o en marcha. Concretamente 4 redes (en las áreas Noreste, Norte, Sur y Sureste), así como la concesión de parcelas municipales para implantación de centrales. Ha habido en los últimos meses varios contactos y estudios por parte de Somacyl y el Área de Planeamiento y Vivienda, aunque se trata de un asunto, como digo, que se encuentra actualmente en estudio.
Lo cierto es que está en marcha, y con trámites muy avanzados, el proyecto de implantación global de una red urbana de calor en la ciudad de Valladolid, que ahora más que nunca parece una necesidad y una urgencia. Por cierto: alimentada no solo con biomasa: un aspecto importante que debe matizarse de la información que hoy se publica en El Día de Valladolid, por otro lado extensa y bien documentada.
(Imagen: de la portada de El Día de Valladolid, fin de semana del 10 y 11 de septiembre de 2022. Foto de Jonathan Tajes).