Impresionaba. De cerca (dentro) y de lejos (viendo desde un puente el movimiento en el otro puente). Desde arriba (fotos desde pisos altos) y en el suelo (tropezándonos). Pocas ocasiones habrá, si es que alguna la puede emular, para un impacto así como la que ofrecía la concentración de esta mañana en Valladolid, en la XI Marcha contra el Cáncer. Enhorabuena a los promotores, a los organizadores, a la AECC. Y a toda la gente que ha querido acercarse, unirse a un movimiento (esto sí que era un movimiento) solidario. Verde. No creo que ninguna de las 50.000 personas que han andado hoy (como han podido, en algunos momentos atascados, sí), ninguna habrá venido para nada que no sea sentirse unida a una inmensa marea que quiere verse vinculada, fundida a una buena causa. Para sentir que contribuye donando sus kilómetros. Y si no es ésta la rebelión de las masas, que venga Ortega y lo vea.
(Imagen del encabezamiento: Una vista del inicio de la marcha de hoy, en Recoletos, procedente de El Día de Valladolid. Foto de Rubén Cacho, Ical. Muchas gracias también a quien me dejó la camiseta que había olvidado en el despacho).