Lo cierto es que tenéis razón. Si se abre un blog y se quiere mantener vivo (es decir, colgado en la red, abierto, disponible) hay que alimentarlo. Los blogs son como los tamagotchis, y si no se alimentan mueren.
Lo cierto es que tenéis razón. Si se abre un blog y se quiere mantener vivo (es decir, colgado en la red, abierto, disponible) hay que alimentarlo. Los blogs son como los tamagotchis, y si no se alimentan mueren.