A propósito de la “destrucción” en 3D del Acueducto
Acabamos de leer que un experto en 3D ha simulado la destrucción del Acueducto de Segovia. El propósito es ilustrar el funcionamiento de un programa dedicado a simular fragmentaciones y colapsos. Según quienes han visto el vídeo del supuesto desastre, las imágenes son “espeluznantes”. No tenemos el programa informático, pero sí otro “intelectual” que podría generar similares efectos, aunque esta vez sobre la iglesia de la Antigua de Valladolid: se llama “comparar- relacionar- pensar- ser medianamente prudente- no correr riesgos innecesarios- para qué jugar con fuego”. El nombre del programa nos ha quedado un poco largo, pero tiene su aquel.
Vamos a ver. Pongámonos en Colonia, Alemania, 2009. Un edificio fundamental: el Archivo Histórico, más de 65.000 documentos, algunos con más de mil años de antigüedad. Debajo, las obras para una nueva línea del metro de la ciudad. Ante las dudas de algunos vecinos y técnicos, que advertían del riesgo, los expertos (alemanes) garantizaron que las obras no afectarían al edificio. El 3 de marzo de 2009 se vino abajo. La gente que estaba dentro pudo salvarse porque oyeron un ruido, dieron la alarma y evacuaron rápidamente.
Pongámonos ahora en Valladolid. Fecha: próximos años. Lugar: Iglesia de la Antigua. Se están realizando unas obras próximas para la construcción de un aparcamiento. Se manifiestan las dudas de algunos vecinos y técnicos sobre la posible afección al edificio histórico. Pero los expertos (españoles) garantizan la estabilidad. Al poco tiempo, sin embargo, se produce el fallo de la cimentación y la caída de la torre. Se echan las culpas unos a otros. Pero la torre por los suelos.
Como decimos, esta ilustración virtual de futuros acontecimientos en Valladolid se ha realizado aplicando el programa intelectual antes citado. Y sólo pensar en esos posibles efectos de las obras del aparcamiento ya asusta. Ni que decir tiene que si se aplicase el denominado “Pulldownit” (el programa en 3D del acueducto), donde se visualiza el derrumbe, el susto aumentaría mucho más y el dramatismo también.
(Imagen del archivo alemán en escombros, procedente de tabularasa-jena.de)