No basta con buscar culpables: quizá sea suficiente con que no sigan. Porque, se pregunta Daniel Innerarity, “¿hay algo peor que la mala política? Sí, su ausencia, la mentalidad antipolítica, con la que se desvanecerían los deseos de quienes no tienen más esperanza que la política porque no son poderosos en otros ámbitos”. No basta confiar en los juzgados o ni siquiera en la apelación a la ética para revertir tantos años de decisiones lesivas para la población más débil de la Comunidad de Castilla y León. Hay que hacer política.
Y no solo para la gente más enfadada, sino para la mayoría. Sin escamotear la complejidad de las cosas. Pero con la claridad suficiente como para hacer frente a las “lógicas invasivas (…) como la económica o la mediática, que tratan de colonizar el espacio público”. Hacer política para cambiar efectivamente las cosas.
Por eso es tan importante leer, analizar y estudiar el programa que presenta Unidas Podemos a las elecciones del próximo 13 de febrero. Hacer política para objetivos concretos. Indicaré solo un apartado de cada uno de los nueve epígrafes en que se presenta el programa, para observar la lógica política del conjunto.
- En el ámbito de la educación se propone, entre otras medidas, la apertura de los comedores escolares en periodos no lectivos. Algo que ya se hace en algunos ayuntamientos (entre ellos, Valladolid) y comunidades autónomas. ¿Por qué no aquí? Pues sabemos que los comedores no son únicamente un instrumento de conciliación de la vida familiar y laboral.
- En la sanidad una primera propuesta parece evidente: la reapertura de los consultorios médicos rurales. ¿Cómo es posible que con el avance de los tiempos se reduzcan los servicios? ¿No debería ser al revés?
- Hablemos de la dependencia, en cuyo ámbito se propone aumentar el número de plazas públicas de residencias de mayores, especialmente en el medio rural. Revirtiendo la reducción de la ratio de plazas residenciales respecto a la creciente población de personas mayores.
- En el epígrafe de “pueblos vivos” se plantea, entre otras cosas, el apoyo a la agricultura ecológica y la ganadería extensiva. Unos temas sobre los que hay un enorme debate, pero que no solo requieren la decisión política para la ayuda económica, sino también para su mayor difusión.
- Respecto al medio ambiente la urgencia primera debe ser el establecimiento de políticas activas contra el cambio climático y para una transición energética justa liderada por una empresa de energía pública. Pues ésta es una de las pocas regiones que ni siquiera cuenta con una ley climática específica.
- En la defensa de la igualdad se plantea, de entrada, la creación de una Consejería de Igualdad que aglutine políticas con perspectivas de género mucho más decididas, trabajando “por poner fin a la brecha de género en todas sus formas”.
- En uno de los programas de juventud se quiere promover el acceso a la vivienda impulsando parques de alquiler social y la regulación de los precios del alquiler, frente a otros partidos que critican la nueva legislación de vivienda por “intervencionista”, y que consideran que “la gente normal” tiene “una idea de la vivienda como nosotros”. Dos medidas concretas frente a “una idea de la vivienda como nosotros”.
- Dentro de la política frente a la despoblación se plantea la recuperación del tren de cercanías para la vertebración del territorio, el reequilibrio territorial y su papel como servicio público.
- Sobre el empleo, certificar que se garantizan los derechos laborales en cada contrato que firme la Junta de Castilla y León, y en las empresas radicadas en esta tierra. Aplicando decididamente la nueva Ley (en respuesta a quienes pretenden derogarla).
Son medidas concretas, como las del resto del programa, que pueden llevarse a cabo. Y que indican, según creo, la voluntad de plantear unas medidas ciertas, razonables, que van más allá de la mera administración de lo existente (conformista, interesada), pero que tampoco olvida las limitaciones de lo posible. Por eso se trata de un programa que avanza hacia la esperanza del cambio, de la mejorar sustancial. Con la voluntad de superar la antipolítica que nunca beneficia a quienes la padecen. En nuestros pueblos, en nuestras ciudades.
(Imagen: Presentación del programa de Unidas Podemos para las elecciones del próximo 13 de febrero. Procedente de diariopalentino.es)