He leído con interés el artículo firmado por Borja García Carvajal, concejal del PP en el Ayuntamiento de Valladolid, que publicó ayer El Mundo-Diario de Valladolid y se titulaba “Ideas de bombero”. Es curioso. Se centra en una crítica general, total, de la actuación de quien firma este blog, concluyendo con la petición de que “piense más en los intereses generales de los vecinos y menos en sus (mis) propias batallas ideológicas”. Vaya. El argumento es sencillo: basta con la enumeración de una lista de asuntos que se supone acreditan esa conclusión. Pues lo que “mueve cada una” de mis actuaciones, según el Sr. García Carvajal (y basta con su afirmación), es una misma “razón ideológica y sectaria”, que lamentablemente no concreta. ¿Sectaria? Vaya, qué duro. Eso sí, me encantaría saber a qué secta se refiere.
Obviamente selecciona algunas actuaciones entre las llevadas a cabo en este año por Urbanismo. En otras no entra, lo que no deja de ser interesante si de lo que se trata es de juzgar la acción global de una concejalía. No entra en temas que el propio PP venía planteando tiempo atrás, pero que nunca llevó a cabo (alguien tendría que explicar por qué). Por ejemplo la flexibilización del uso industrial o la modificación del Plan General relacionada con el parque de proveedores de Renault: ¿a qué secta corresponden esas actuaciones? Tampoco entra en asuntos sobre los que se dedicó el PP varios meses a intoxicar diciendo, sin fundamento alguno, que habíamos renunciado a ellos. Y que luego, cuando ha quedado patente lo contrario, no han tenido la gallardía de decir: nos equivocamos, acusamos sin fundamento. Por ejemplo, las actuaciones en el 4 de marzo (¿vamos a la hemeroteca, Sr. García Carvajal?).
Por supuesto, desprecia la propuesta que se hace desde Urbanismo para el 29 de octubre, aunque en la nueva legislación aprobada por la Junta rechace actuaciones como la que planteaban, con la demolición del 100% de las viviendas. Da igual; lo llama “lavado de cara” y se queda tan ancho. Enorme rigor. Alguno de sus compañeros de bancada, con semejante alarde de imaginación, lo denominaba “chapa y pintura”. Alegría, que no decaiga. Eso sí: no me ha parecido verles en ninguna asamblea con los vecinos y vecinas del 29 de octubre defendiendo esos calificativos.
También parece quedarse a gusto con Vallsur, un tema en el que, por cierto, dieron rotundamente mal la información y nunca han tenido la gallardía de reconocer que se equivocaron (suponemos que sin intención), al dar por hecho que el dictamen del Consultivo decía lo que no decía («Varapalo a Saravia»: alegría). Por supuesto, con la demolición del San Juan de la Cruz se pone las botas: Preferimos (dice, refiriéndose a la asociación vecinal de la Rondilla y a mí mismo) “el radicalismo ideológico al progreso y a los servicios de calidad para los ciudadanos”. Pues a lo mejor es eso, pero lo cierto es que no me ha parecido ver ni al Sr. García Carvajal ni a ningún otro cargo público del PP defendiendo esas clarísimas ideas en las asambleas o reuniones públicas habidas en la Rondilla, a las que estuvieron invitados y prefirieron dejar la silla vacía.
Pero la que más gracia me hace es, sin duda, la crítica por haber pedido al Ministerio de Defensa el uso civil del Palacio Real. Es mundial. ¿El problema es que se hace pública la intención y se exponen públicamente los términos en que se va a hablar con Defensa? ¿Por qué el PP, con el Sr. León, sí podía proponer un parador de turismo en ese mismo lugar en 2010 y cuando se planteó no hubo ninguna crisis ni fracaso ni varapalo? Ante la negativa del Ministerio (absolutamente esperable en el primer encuentro, y que deben recordar que así se informó, por parte de Urbanismo, el mismo día de la reunión) lo tildan de desastre, fracaso o no sé qué más.
En fin, voy a contribuir a agrandar esa “larga lista de etcéteras” (qué frase tan rara) de que habla el Sr. García Carvajal. Que además enlaza de alguna manera con la comparación que hizo el presidente de su grupo municipal, Martínez Bermejo, entre el colegio (recuerden: colegio) San Juan de la Cruz y el monumento (fíjense: monumento) a Onésimo Redondo, levantado “para honrar todo lo que debemos a nuestros combatientes” (como se dijo en su inauguración). El señor Martínez Bermejo aseguró que el colegio (fíjense: colegio) era “un vestigio similar al monumento a Onésimo Redondo”. Hummm: ¿esto tiene que ver con los bomberos, con alguna ideología, o se trata simplemente de una comparación racional y bien traída, propia del buen debate político?
Pues bien, en Urbanismo tenemos pensado solicitar al Ministerio de Industria que acondicione, o en su defecto, ceda (salvo las parcelas ocupadas con instalaciones) los suelos del Cerro de San Cristóbal de su propiedad (la meseta superior no ocupada y las faldas arboladas) para la construcción de un parque y una serie de miradores hacia todas las vertientes en el círculo del platillo. Enlazados visualmente con las otras alturas del término. Y como es muy probable que en la primera reunión o primer contacto digan que no, le ofrezco el siguiente titular: “Nuevo y espectacular fracaso del tripartito”. De nada.
(Foto: J.S. El Norte de Castilla)