En la sede de la Fundación Segundo y Santiago Montes se presentaron ayer en Valladolid los dos últimos libros de Olvido García Valdés. Uno: confía en la gracia (Tusquets); el segundo, una antología: dentro del animal la voz (Antología 1982-2012) (Cátedra). La introducción a los poemas que leyó la autora corrió a cargo de Jorge Praga, quien organizó su intervención siguiendo los títulos de sus libros. Y lo cierto es que, aunque no suele prodigarse poniendo títulos (la mayoría de sus poemas no llevan título), cuando hay que componer el nombre de los libros siempre acierta. Entre las muchas sugerencias del acto de ayer (donde se dio un amplio y curioso debate en torno a “la gracia”) pueden retenerse especialmente dos. En primer lugar, la ocasión para recordar el deslumbrante título de uno de sus libros (de hace 15 años): Y todos estábamos vivos (“Con la luna de marzo llegó / la foto y todos / estábamos vivos…”). Y lo segundo: una curiosa oposición que dejó Praga. Pues, según él, lo contrario de la gracia no es la desgracia, como tampoco lo es la desdicha de la dicha. Según aseguró, lo contrario de la gracia es… la desdicha. Gracias a la Fundación por organizar estos encuentros dichosos.

(Imagen: el jardín delantero del edificio sede de la Fundación, en la calle Núñez de Arce. Procedente de su web).