Una de las mejores canciones de The Hollies (qué buenos eran) se titulaba exactamente así: El aire que respiro. Eras tú, decían. Pero impresiona la fuerza que tiene esa expresión. En el momento crítico de la película de Lorene Scafaria, titulada “Buscando un amigo para el fin del mundo”, suena al fondo este mismo tema. No es casualidad.

El próximo miércoles, 22 de octubre, en la Escuela T. S. de Arquitectura de Madrid, se celebrará el II Foro para la transferencia de Conocimiento y Tecnología de la Universidad Politécnica, centrado en “La ciudad de los 15 minutos”. Y más allá de la oportunidad de esa fórmula (dejemos ahora las críticas, por favor), lo mejor del debate es la coda: “15-Minute City and Health”. Ciudad y salud. Porque el urbanismo, la ordenación del territorio y el control medioambiental dirigido a reducir el impacto del cambio climático se centra (y así, en mi criterio, debe ser siempre y en primer término) en la protección de la salud.

En Valladolid, desde hace unos años, estamos volcados en el Plan de Acción en Situaciones de Alerta por Contaminación del Aire Urbano. Que se ha mostrado efectivo y enormemente útil. Y pronto llegará la formulación de la zona de bajas emisiones (que, dicho sea de paso, no se puede implementar con más cuidado del que se está aplicando). Solo nos queda esperar que el interés por ese “aire que respiras” sea compartido por el mayor número de gente. Porque en ello nos va la salud. La vida. Y también la música.

(Imagen: The Hollies, procedente de soundcloud.com/ckobain)