Blog de Manuel Saravia

Cosas que aguantan, sí

En tanto que el gobierno municipal gobierna, los grupos de la oposición muestran sus alternativas. Unos más, otros menos. Y otros prácticamente nada. Desde que se constituyó el nuevo Ayuntamiento de Valladolid, en junio de 2019, se han presentado por la oposición (si no me equivoco) 99 mociones. De las cuales el 4,5% han sido sobre temas culturales (fundamentalmente Delibes). Otro 4,5% de asuntos sociales (las personas mayores, las personas con discapacidades, la violencia de género,…). El 8%, en estos años críticos, sobre salud pública (solo el 8%). El 22% sobre asuntos económicos (fiscalidad, financiación municipal, turismo, fábricas, Renault,…). Y el resto, el 61%, nada menos que 6 de cada diez, sobre obras singulares, específicas, o temas verdaderamente peculiares.

Obras singulares, digo. Por ejemplo, sobre la urbanización de algunas calles en Puente Jardín (Grupo PP) o sobre las “unidades urbanas” de la Esgueva (C’s). Al parecer, de la gran mayoría de los barrios no hay nada que decir. Obras de algunos equipamientos (mercados, vieja Azucarera, las escuelas infantiles…, planteadas sobre todo por el grupo de C’s). Y, por supuesto, sobre el soterramiento (5), la movilidad (9) o la calidad del aire (2). Asuntos clave, de los que depende decisivamente la economía, la sociedad, el territorio, la historia y la cultura de la ciudad, si no se actúa como dice la oposición. (Basta ver lo que comentan algunos grupos sobre el soterramiento para hacernos una idea).

Pero es que además se han presentado 19 mociones que tratan de lo siguiente: la ley Celáa, la defensa del castellano, el pueblo cubano, el precio de la luz, Valladolid como “cuna de la Hispanidad”, el lenguaje inclusivo, o (agárrense) “el reconocimiento del rey Juan Carlos I” (9 de septiembre de 2020, Grupo Municipal Popular). Asuntos, todos ellos, sobre los que nuestra ciudad tiene tanto que decir y su opinión es tan determinante que verdaderamente creo que nos quedamos cortos en el tratamiento de este tipo de cuestiones. Somos extraordinariamente modestos, mientras el mundo nos espera impaciente.

Eso sí, todo ello en medio de una bronca continuada en el salón de plenos, digna (ciertamente, y si me lo permiten) de mejor causa. Con todo, al parecer, decía el citadísimo Kapuscinski, “aunque vivimos en un mundo en transición, hay cosas que aguantan”. Porque, “más allá del ruido, la interferencia, la propaganda o la mentira”, -ahora leemos a Palomera, a quien he robado descaradamente el título de este post- sigue habiendo cientos de periodistas dispuestos a transmitir información veraz y de calidad desde todos los puntos de vista para que cada cual pueda opinar y decidir libremente”. Se refiere, es obvio, a la prensa. “Por cada hater, follonero, difamador o profesional del matonismo que se dedica a adulterar el periodismo, las redacciones están llenas de plumillas que ejercen el oficio honestamente desde el respeto y la búsqueda de la verdad”.

Me permito parafrasear lo anterior. Y decir que también sigue habiendo cientos de funcionarios y políticos (sí: y políticos) que siguen trabajando para gobernar las ciudades, centrados en lo que hay que hacer (todos los barrios, todos los temas), más allá del ruido (interesado) de algunos partidos.

(Imagen: Notas sobre las mociones presentadas).

 


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