No es lo mismo trabajar por la igualdad que luchar contra la desigualdad. Podría parecer lo mismo, pero el enfoque es significativamente diferente. Sabemos que “los movimientos igualitarios tienden a reducir las desigualdades sociales y a convertir en menos penosas las desigualdades naturales”. Parten de la convicción de que “la mayor parte de las desigualdades que les indignan, y querrían hacer desaparecer, son sociales y, como tales, eliminables”. Los “no igualitarios”, en cambio, “parten de la convicción opuesta, que son naturales y, como tales, ineliminables”.
Norberto Bobbio, a quien corresponden los entrecomillados anteriores, consideraba el criterio de la igualdad-desigualdad como el signo fundamental de diferenciación entre la izquierda y la derecha políticas. “La derecha está más dispuesta a aceptar lo que es natural, y aquella segunda naturaleza que es la costumbre, la tradición, la fuerza del pasado. El artificialismo de la izquierda no se rinde ni siquiera frente a las patentes desigualdades naturales, las que no se pueden atribuir a la sociedad (…). Al lado de la naturaleza madrastra está también la sociedad madrastra. Pero desde la izquierda se tiende generalmente a considerar que el hombre es capaz de corregir tanto la una como la otra” (N. Bobbio, Derecha e izquierda. Razones y significados de una distinción política).
En los últimos años estamos asistiendo a un aumento extraordinario de la desigualdad en el mundo. Desigualdad en los ingresos y en los demás atributos de la pobreza. Desigualdad que aumenta en el mundo: “La desigualdad social es la enfermedad del siglo XXI, ya que la mitad de las riquezas del planeta están en manos del 1% de la población mundial”. Una situación que aún puede agravarse en los próximos años en Europa, “de mantenerse las políticas económicas vigentes” (Oxfam/Intermón). Y más aún en España: Según la Comisión Europea, España es uno de los países de la Unión que mayores desigualdades presentaba en 2014, y donde la brecha de la pobreza más ha aumentado desde 2007. Los grupos más afectados por la pobreza y la exclusión social “han empeorado su situación durante la crisis”.
Quienes consideramos pertinente la división entre derecha e izquierda por la prioridad que unos y otros otorgan a la lucha contra la desigualdad, estamos convencidos de que “de mantenerse las políticas económicas vigentes”, profundamente de derechas, la grieta se profundizará y la pobreza crecerá y se cronificará.