Con frecuencia se identifica la política de suelo con la ordenación urbana. Desde luego, el PGOU es esencial y se constituye como elemento fundamental para la gestión del suelo. En todas las ciudades (un ejemplo: Jerez). Pero hay otras operaciones que también son importantes en esta materia: cómo hacernos con suelo y cómo ponerlo a disposición de agentes (públicos y privados) para el mejor uso; cómo movilizar el suelo, disponer cesiones y concesiones, expropiaciones, compras, ventas, alquileres y permutas hacia fines económicos, sociales y culturales. Organizando así una política de suelo compleja, aportando algunos elementos novedosos. Y haciéndolo con decisión y control. Comentémoslo en 6 u 8 puntos.
1. Por supuesto, dentro de la política de suelo deben considerarse en primer lugar (como acabamos de decir) las operaciones urbanísticas que se practican en piezas urbanas y sectores (urbanizables y de suelo urbano no consolidado). Además de pequeñas operaciones de regularización de parcelas, desarrollo de antiguos convenios (como con la Once) y monetización de aprovechamientos correspondientes al Ayuntamiento.
2. Lo segundo, las permutas internas. Entre distintos organismos municipales, para su mejor funcionamiento. Y aquí deben contemplarse las propuestas de cesión de viviendas de varias concejalías en favor de Viva, para que se gestionen dentro del parque municipal. (Actualmente hay previstas cesiones de Deportes y de Medio Ambiente). También las permutas de suelo entre Viva y Ayuntamiento, que se vienen produciendo al menos desde 2015. Y con locales vacíos o que han perdido su función.
3. Un capítulo importante, las cesiones a otras administraciones. Y adquisiciones de ellas. Hemos de señalar que, en general, el Ayuntamiento es proclive a recibir casi todo lo que se le ofrece. Igualmente está dispuesto a ceder casi todo lo que precisan otras administraciones y que puede traspasarlas. Por supuesto, todas estas cesiones son operaciones contempladas en la ley. Pero es que además tienen toda lógica: lo público es uno, al margen de quién lo administra. Hace pocos años la Junta cedió al edificio antiguo de la Escuela de Relaciones Laborales en el que finalmente se ha construido el Espacio Joven Zona Norte (después de una importante rehabilitación; pero la cesión ha sido conveniente, naturalmente: ver imágenes de arriba). En marcha está, como ya se ha dicho, la del Cine Castilla. Y hay que recordar que, aparte de la parcela cedida a las Cortes (ya aprobada; ver abajo, a la derecha, la parcela del perímetro amarillo), se están tramitando otra cesión a la Junta (en Villa Teresa) y otra más al Ministerio de Justicia. O la cesión a la Junta de otra parcela para instalar una central de producción de energía térmica con biomasa, en la Avda. del Mundial (abajo, a la izquierda). Es un proceso sobre el que no hay duda en mantenerlo.
4. Tampoco se ha dudado al plantear la adquisición de edificios de interés histórico en peligro. Así se ha hecho con las Catalinas y con el Lope de Vega. Y estamos abiertos a otros posibles inmuebles. Si bien (obviamente), a precios razonables, y después de estudiarlos y analizar sus posibilidades de uso futuro. En este sentido cabe recordar el desistimiento de la compra (o permuta o cualquier otra solución) del edifico conocido como “Villa Julia”, por entenderse que el precio que se planteaba no era adecuado.
5. Un capítulo específico es el de las expropiaciones. Que pueden plantearse con motivo de la ejecución de obras (por ejemplo: la construcción de vías peatonales y ciclistas en algunas vías de acceso a la ciudad precisan, en algún caso, de la expropiación de pequeñas bandas de suelo. Y también, por ministerio de la ley, hubo que expropiar, por ejemplo, el local de la primera planta de las Francesas (que estaba calificado como espacio libre en el PGOU de 2004). Y ahora hay que expropiar un pequeñísimo local próximo a él, para poder establecer el acceso seguro al anterior. Otro tema que se ha estudiado, el de las inmatriculaciones de la Iglesia, aunque en las gestiones realizadas no se han encontrado inscripciones sospechosas que pudieran ser objeto de litigio.
6. En algún caso no se ha determinado la compra, sino el alquiler, como en la parcela de los Padres Paúles, junto a la antigua Hípica Militar. Y en otros casos, está aún en estudio (Casa Cuna). También se han pedido inmuebles que otras administraciones finalmente no han querido facilitar (Hacienda, por ejemplo; o Casa Cuartel de Vadillos). Y se han ofrecido otros más al Ayuntamiento que finalmente no ha parecido oportuno recibir.
7. También se plantean operaciones de concesión de suelos (en estos momentos hay dos en proceso). Pero destaca, en este campo, un proyecto de gran alcance en la política de suelo. Me refiero al denominado “proyecto Constelación”. Se trata de concesiones de suelo por un número determinado de años. Con lo que se trata de poner en uso una serie de parcelas dotacionales “ociosas” de la ciudad (de equipamiento local, no de sistema general) sobre las que no se ha propuesto ninguna actuación pública en, al menos, los últimos 8 años. La ley permite que, en esos casos, se dediquen a usos dotacionales privados (mediante concesión, sin perder la propiedad pública del suelo, y abonando un canon). Por eso se ofertan. Son parcelas del Patrimonio Municipal de Suelo que se ponen a disposición de asociaciones y empresas para la creación de puestos de trabajo e impulso de la actividad económica y social de la ciudad. Se pide la presentación (y justificación) de proyectos con viabilidad económica y social. No existe una convocatoria específica. Se puede solicitar en cualquier momento. Pero cuando se hizo público el programa se presentaron unas 50 parcelas (ver el plano del encabezamiento de este post). Y ya están en marcha 14 proyectos. La mayoría son parcelas de unos 2000 m2, distribuidas por toda la ciudad (en varias zonas: Oeste, con Girón, Villa de Prado y Huerta del Rey; Sur, con Canterac, Zambrana y otras; y Norte, con Viveros).
8. Y por último debe señalarse dentro de la política de suelo el paquete de suelos que cada año sale a la venta, tanto para uso industrial como para viviendas de protección pública.
9. Para todo lo anterior se precisa desarrollar expedientes complejos, largos, costosos. Por supuesto implican trabajos de tasación y valoración. Y una tramitación complicadísima. Múltiples trabajos de gestión, contactos y reuniones preparatorias. Cabe recordar, por ejemplo, los trámites realizados con el Real Valladolid, tanto sobre la posible venta del estadio como de la puesta en marcha de una concesión en Pinar de Jalón donde se pudiese establecer una “ciudad deportiva” (ver imágenes de abajo: a la izquierda, croquis de Pinar de Jalón; a la derecha, el estadio Zorrilla).
10. El compromiso para los próximos 18 meses debería ser también múltiple. Aparte de las gestiones del planeamiento (ya comentadas): Posibles cesiones a Viva (o bajo la modalidad de compra, por el Ayuntamiento o empresas públicas, de suelos o edificios de Viva); concluir las cesiones al Ministerio de Justicia y a la Junta, así como las adquisiciones en marcha de otras administraciones; llevar a cabo las pequeñas expropiaciones previstas en el Barrio España (para completar aperturas de calle); seguir con la política de venta de suelo (que se recoge en el Presupuesto de cada año); y desarrollar al menos media docena de parcelas de la Constelación. Si se pudiese llegar a las doce, mucho mejor.