Blog de Manuel Saravia

Caño Argales, un espacio tranquilo

Propuesta de un «plan del árbol» para la ciudad

Empecemos el recorrido de la ciudad a pie por la zona de Caño Argales. (Sólo se trata de unas notas iniciales, para empezar a pensar).

Casas y calles. No vamos a repasar la historia del barrio, pero sí algunos rasgos que nos van a ser útiles (contamos con un libro estupendo, de Eloísa Fernández de Diego). Es un barrio muy antiguo: la ermita de San Andrés ya estaba en el siglo XII. Fue un arrabal artesano (de ahí los nombres de algunas calles) hasta el XIX y luego obrero. Siempre marcado por la pobreza. La fase artesanal: al oeste de Labradores. La fase obrera: casi todo al este. Ha subido y bajado de población varias veces. Las casas de ladrillo corresponden a las construcciones de finales del XIX y principios del XX. En 1960 empezó la “descongestión”, que se ha prolongado hasta hoy.

La actuación más determinante sobre el espacio público fue el desvío y cubrición del Esgueva (discurría por Nicolás Salmerón y Dos de Mayo). Pero recientemente (ya a finales del XX) fue en esta zona donde se produjo una de las primeras peatonalizaciones de la ciudad: calle Mantería-San Andrés. Y con ella la zona de detrás de San Andrés (Agapito y Revilla, Cadenas, etc.). También se actuó en la plaza Caño Argales (un concurso público con resultados discutidos). Luego se empieza a plantear, por un lado actuaciones en Plaza Madrid-Dos de Mayo, más recientemente Muro y Labradores (del Plan ZP), y además las operaciones de repavimentación y ensanche de aceras, de forma sistemática, formando pequeñas calles “de coexistencia”. En cuanto a la arquitectura, recordemos que ha habido reequipamiento: Cardenal Mendoza, Centro de Muro, etc. Y también conviene citar los problemas “de definición” (público-privado, accesible o no, etc.) en el patio de la Marquesina.

Estilos de vida. La zona, que ocupa unas 30 has., tiene una población de poco más de 8000 personas (1 persona por cada 37,5 m2 aprox. de suelo). Hay tres mil menos que hace 25 años, por lo que deberá haber bastantes casas vacías. Tiene una mezcla de edificios y calles muy favorable. Una iglesia muy antigua (San Andrés), un mercado con un centro cívico muy utilizado (Campillo), varias plazoletas (San Andrés, Caño Argales, Madrid, la del mercado, aparte de la Cruz Verde y España en el borde), equipamientos (para ancianos, instalaciones de ciudad: Hacienda, Sindicatos, Confederación,…), bastantes edificios catalogados, árboles en las calles, patios de manzana interesantes), varias calles muy vitales (Mantería, Nicolás Salmerón-Dos de Mayo, Panaderos) y otras muy tranquilas (desde San Andrés a las vías, Muro y Galera). Y unos cierres del sector potentes: Labradores, Gamazo y Estación, además de José Mª Lacort. Mucho comercio. Está la Once, algún centro de ancianos y algún colegio.

Hay más mujeres que hombres (55% frente al 45%). Su población es el 2,6% de la total del municipio. Pero las licencias de actividad suponen el 4,5%. El parque de vehículos es parecido al medio. Y el porcentaje de población extranjera es algo más que la media (el 7% frente al 6,4% del total municipal). De más de 65 años son 2159 personas (el 26%).

Ámbitos de mujer. No existen importantes rupturas en su interior. Y también hay continuidad desde los bordes (ni Gamazo ni José Mª Lacort, por ejemplo, son calles cortantes; Estación algo más). En el enclave Panaderos-Campillo es interesante (el ambiente en torno al mercado). En la plaza de San Andrés, madres con niños. Caño Argales, por los adoquines es poco estimada. Zona de cervecerías en torno a San Andrés. Hay una zona de tapeo (parte del mercado y Acibelas). Recordar también el entorno de Sindicatos. Y la vida comercial de Mantería. Hay una Asociación de Vecinos “Caño Argales-San Andrés” (en Centro Cívico El Campillo).

Quejas y contentos. Desde luego, pueden ponerse más árboles. Y vendrán bien. También mejorarse la seguridad: hay vías donde los coches circulan demasiado deprisa: Dos de Mayo, Muro, Labradores… Ha habido accidentes graves. También puede decirse que esta zona tiene todavía gran potencialidad de peatonalización. Y para “microparques”. Algunos lugares son, especialmente para los ancianos, de cierto riesgo. También pueden disponerse más terrazas. Y zonas pequeñas de estancia. La calle Acibelas, por ejemplo (por citar un caso concreto) admite el paso del tráfico rodado, y esa permisividad la condiciona. No tiene espacios de estancia, pero el retranqueo que determina el pequeño edificio de esquina con Juan Agapito y Revilla contribuye a tranquilizar el espacio. Es verdad que los coches ocupan demasiado, y que posiblemente falte una terraza en ese mismo rincón del retranqueo, o cerca de él (quizá algún árbol también vendría bien). Pero la generosidad de los vecinos con el tráfico de los demás es de agradecer. Una calle viva, desde luego.

En cualquier caso, la mezcla de tipos de edificios, gente y usos es buenísima: edificios de periferia popular, de la burguesía, de los 70, grandes, de los 90 pequeños, modernos algunos, etc. Incluso hay unos “obsoletos” y otros renovados. No olvidar el edificio protegido que fue demolido por completo en la esquina de Panaderos. Aparecen medianeras, pero no parecen demasiado molestas. Si hubiera procesos de transformación en marcha, no parecen muy llamativos.

Un plan del árbol. Decíamos que pueden, y deben, preverse nuevos árboles en algunos lugares. Pero va a ser un asunto que afecte, de una forma u otra, a toda la ciudad. Por eso planteamos la posibilidad de redactar un “plan del árbol”, con varios apartados. Por un lado, una ordenanza del arbolado en la ciudad, donde se indique la forma de plantación, exigencias de marcos y separaciones a fachadas, características de los alcorques, especies, tipos de alineaciones, grupos, etc. Y tipologías de intervención. A otro nivel, un plan sistemático de arbolado. Prever zonas de alineación, establecimiento de itinerarios de sombra, enclaves singulares, y microparques. Que quede claro que no se trata de poner alineaciones en todas las calles, sino ver que hay calles en las que el árbol debe ser como un punto en un sitio más amplio, una pequeña expansión, donde es adecuado (puedes colocar uno dos o tres ejemplares). Teniendo ese toque, que ves el árbol, no forzarlo en alineaciones. Se trataría de árboles que en principio no habría que podar. Y recordar que en esta zona de Caño Argales sólo hay un problema “de línea de sombra” en la calle Estación. En los demás lugares se trataría de plantear nuevos árboles para animar la vista. También en la plaza de España, en las zonas no ocupadas por el aparcamiento subterráneo.

(Imagen del encabezamiento: esquina Labradores-Estación. Foto: MS, 12 de julio de 2010).


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